Acantilados de San Andrés de Teixido

Donde, según creían los antiguos habitantes de la Europa Atlántica, se veía como el Sol desparecía en el Océano para dirigirse a la isla de la Eterna Juventud, llamada Ávalon, paraíso luminoso y nocturna morada del Sol y la Luna, como cuentan los relatos sobre la vida de San Brendan en Irlanda y San Amaro en Galicia.