Dice la leyenda que "a San Andrés de Teixido vai de morto quen non foi de vivo", porque San Andrés se le quejó al Señor de que la peregrinación a su santuario estaba apagada en comparación con la de Santiago de Compostela, quien le contestó, que estuviera tranquilo, que a su iglesia acudirían todos los mortales que no lo hicieran en vida.